El sorgo forrajero (Sorghum bicolor) es un cultivo de alto rendimiento utilizado principalmente para la alimentación animal. Destaca por su adaptabilidad a condiciones adversas y su capacidad para producir biomasa de calidad.
Adaptabilidad:
Crece en climas cálidos y secos.
Tolerante a la sequía y a suelos pobres o salinos.
Producción:
Ofrece altos rendimientos de biomasa y es ideal para ensilaje o pastoreo.
Valor Nutricional:
Rico en energía, con buenos niveles de carbohidratos y fibra.
Variedades específicas tienen bajo contenido de ácido cianhídrico (tóxico), lo que mejora su seguridad como alimento animal.
Usos:
Alimentación animal: Ensilaje, pastoreo directo, heno o henolaje.
Energía: Puede utilizarse en la producción de biogás o bioetanol.
Siembra:
Época: Primavera o inicios de verano, dependiendo de las lluvias.
Densidad: 15-20 kg/ha para variedades de grano; 30-40 kg/ha para variedades forrajeras.
Distancia entre surcos: 50-80 cm.
Suelo:
Se adapta a suelos con pH de 5.5 a 8.5.
Tolera condiciones de baja fertilidad y moderada salinidad.
Cuidado:
Riego: Es tolerante a la sequía, pero el riego suplementario mejora el rendimiento.
Fertilización: Requiere nitrógeno y fósforo para un buen desarrollo.
Control de malezas: Fundamental en las etapas iniciales para evitar competencia.
Alta producción de biomasa en comparación con otros forrajes.
Gran tolerancia a sequías, calor y estrés hídrico.
Bajo costo de producción en comparación con cultivos como el maíz.
Excelente para sistemas de pastoreo rotacional y ensilaje.
La presencia de ácido cianhídrico (HCN) en etapas tempranas de crecimiento o bajo estrés puede ser tóxica para el ganado. Es importante manejar correctamente el corte y las variedades cultivadas.
Menor contenido de energía y proteínas en comparación con el maíz forrajero.